jueves, 28 de febrero de 2013

Artículo del Doctor Armando de la Torre




El “vía crucis” de otro fiscal


Por: Armando de la Torre

           
            Benedicto Tenas Arévalo laboró como fiscal del Ministerio Público por veinte años.
            En agosto del 2011 se le trasladó a Sololá como Fiscal Distrital. Según su apreciación, en todo el tiempo transcurrido hasta el 30 de noviembre del 2012, cuando renunció al cargo, nunca recibió apoyo alguno por parte de la Fiscal General, la Dra. Claudia Paz y Paz.
            El caso más apremiante en su nueva jurisdicción resultó ser el del grupo de encapuchados que se autoproclamaron miembros del “Comité de Seguridad” de Panajachel y contra los cuales se habían presentado unas veinte denuncias por vecinos del lugar.
La lista incluía sospechas de por lo menos tres homicidios, una desaparición forzosa, y hasta de medio centenar de otras personas abusadas, brutalizadas y aun presionadas a salir del municipio. Sobre estos hechos, ya Alfred Kaltschsmitt ha publicado relaciones más pormenorizadas en otro diario.
En el entretanto, el Ministerio Público se había tomado todo un año para llenar tres plazas indispensables vacantes en la jurisdicción de Sololá.
            Ningún juez de ese Departamento, empero, tuvo el valor de enfrentar al tal Comité , y por eso el caso fue llevado a la ciudad capital, donde al menos dos de los acusados fueron condenados a penas de prisión entre 17 y 19 años. El resto (16 en total), se había dado a la fuga.    
            Lo  más sorprendente ha sido que una  mexicana,  de  nombre Teresa Coello – que, por cierto, había venido inicialmente a Guatemala, según dijo, para “trabajar” en Minugua -, se había relacionado con algunos de los inculpados, pues  había escogido quedarse a residir en Panajachel.
La tal señora supuestamente desarrolló lazos de amistad con Hellen Mack Chang, la conocida activista en pro de los “derechos humanos”. Y esta última, según se me informa, empezó una campaña de desprestigio contra la fiscalía de Sololá, y en particular de su fiscal, porque, a su juicio muy personal, los miembros del Comité de Seguridad eran personas honorables, injustamente perseguidas.
Hasta la misma doctora Paz y Paz hubo de lamentarse un día del acoso telefónico diario por doña Hellen, que le exigía la destitución del Fiscal Distrital por la vía de la Supervisión General. Inclusive Don Benedicto fue objeto de una amenaza de que su expediente laboral saldría “manchado” de no presentar su renuncia. La Fiscal General terminó por ceder y aceptó  la renuncia que ya le había presentado el exasperado Don Benedicto.
            Para ese entonces se había enterado, el 4 de octubre, de lo sucedido en la cumbre del territorio que se le conoce popularmente como “Alaska”, en parte sujeto a la jurisdicción de Sololá. Se trataba del incidente donde unos soldados, a punto de ser linchados por una turba violenta, se defendieron con el saldo de cuatro muertos entre los agresores. “Masacre” de acuerdo a esa  caja de resonancia de la prensa internacional izquierdófila, que acostumbra a corear consignas contra supuestas “ejecuciones extrajudiciales” en Guatemala según se las suministran los mismos guatemaltecos que firmaron “acuerdos”… de paz firme y duradera.
            Tan pronto le llegó el informe, don Benedicto se comunicó con la policía local, que le previno mejor no investigar más por los peligros latentes en que podría caer. Pero en cumplimiento de su deber, se trasladó al  lugar de los hechos y halló que el camión militar había sido íntegramente incendiado. También descubrió casquillos y otras evidencias del uso de armas no-militares.
Hacia las 8:00 p.m. pasó su informe a sus superiores.
¿La respuesta? “Que tomara vacaciones…”
Tengo otras  relaciones de incidentes en el Ministerio Público todavía más indignantes, que haré público en consecutivas entradas. 
Pero mi inquietud persiste: ¿Por qué el Presidente Otto Pérez Molina no pone coto a tanto abuso marxistoide  en el seno del monopolio de la persecución penal?
Tengo una hipótesis, y la daré a conocer al final de esta serie.